Y hasta ahora (toco madera) ningún problema. Bueno miento, reconocer los taxis que están libres no es tarea fácil. Aquí no tienen una luz verde cuando van vacíos, ni un cartelito que diga 'libre', ni siquiera una luz roja si van ocupados. La técnica que utilizan es quitar el reposacabezas del asiento delantero o reclinar el asiento del copiloto de manera que si el taxi va vacío se ve que hay hueco y si va alguien se ve el bulto de la persona. Estrategia que se complica un 120% por las noches y aún más si se te olvidan las gafas en el trabajo...
Típico ejemplar de taxi colombiano.
Otra recomendación que me dieron fue que al subir al taxi me fijara en la matrícula. Imprescindible que aparezca además en grande en la puerta del taxi y en pequeño en el cristal de la puerta. Además la tarjeta del conductor debe estar visible con su nombre y apellidos, foto reciente, matrícula del taxi, fecha de expedición y tarifas. Los taxímetros por este lado del charco van contando las fichas y después con una tablita se hace la transformación en pesos, más los recargos que procedan (nocturnidad, aeropuerto, festivo...)
Ahora con las nuevas tecnologías, están apareciendo aplicaciones en los smartphones para llamar a los taxis como EasyTaxi o Tappsi, de manera que indicas el punto exacto en el mapa donde quieres que te recojan y una vez reservas el taxi, te envían el número de placa, nombre del taxista, teléfono y tiempo estimado de espera. Incluso puedes ir viendo por dónde viene el taxi a través de Google Maps. Te suelen avisar con un mensaje cuando el taxi llega, así que bajas, le dices al conductor el código de seguridad y listo: ya puedes ir donde quieras. La verdad es que es un servicio muy útil si no fuera porque las 3 veces que lo he usado me aparecía el mensaje de "Su taxi ya llegó y usted no está" ¿Cómo que no estoy? Claro que estoy y además con cara de tonta...
Marea amarilla
Y bueno, ya por último hay que estar atentos a las típicas triquiñuelas de todo taxista avispado: pasar el taxímetro más rápido de lo normal, dar la vueltita más grande porque curiosamente es contramano, confundirse con el cambio, cobrar el recargo nocturno antes de tiempo ... Nada nuevo.
En fin que siendo tan barato y habiendo tanto taxi por ahí libre creo que por el momento será mi medio de transporte para moverme por Bogotá.
Hasta la próxima,
Lola.-